Oración por la familia
EVANGELIO Y REFLEXIÓN DIARIA
Monasterio de Santo Domingo - Dominicas. San Sebastián
Miércoles, 20 de noviembre de 2024
Seamos, en esperanza, herederos de la vida eterna
Lectura del santo evangelio según san Lucas 17, 11-19
Una vez, yendo Jesús camino de Jerusalén, pasaba entre Samaría y Galilea. Cuando iba a entrar en una ciudad, vinieron a su encuentro diez hombres leprosos, que se pararon a lo lejos y a gritos le decían: «Jesús, maestro, ten compasión de nosotros».
Al verlos, les dijo: «Id a presentaros a los sacerdotes».
Y sucedió que, mientras iban de camino, quedaron limpios. Uno de ellos, viendo que estaba curado, se volvió alabando a Dios a grandes gritos y se postró a los pies de Jesús, rostro en tierra, dándole gracias. Este era un samaritano.
Jesús, tomó la palabra y dijo: «¿No han quedado limpios los diez?; los otros nueve, ¿dónde están? ¿No ha habido quien volviera a dar gloria a Dios más que este extranjero?».
Y le dijo: «Levántate, vete; tu fe te ha salvado».
Palabra de Dios
Del Diario de Santa Faustina, 367
“Mi Corazón está colmado de gran misericordia para las almas (…) Oh, si pudieran comprender que Yo soy para ellas el mejor Padre, que para ellas de Mi Corazón ha brotado Sangre y Agua como de una fuente desbordante de misericordia; para ellas vivo en el tabernáculo; como Rey de Misericordia deseo colmar las almas de gracias, pero no quieren aceptarlas (…) Oh, qué grande es la indiferencia de las almas por tanta bondad, por tantas pruebas de amor (…) Tienen tiempo para todo, solamente no tienen tiempo para venir a Mí a tomar las gracias