La Guardia Suiza Pontificia cuenta con un nuevo jefe de prensa
Jornada vocacional Clariana
En este martes rezaremos a Santa Mª Virgen,
modelo de la Vida Contemplativa
por las vocaciones a este monasterio
Ø Adoración Diurna: Turnos de Adoración al Santísimo.
Ø Liturgia de las Horas
Ø Celebración de la Santa Misa
Ø Rezamos por las necesidades de todo el mundo.
Ø Trabajo: costura y bordados
Ø Estudio
Ø Vida Fraterna: el don de las hermanas.
Ø Recreación: Alegría.
Ø Felicidad y Paz…
Si sientes la llamada de Dios: responde a esa llamada
con la entrega generosa de tu vida.
¡Dios te quiere a aquí!
Ponte en contacto con nosotras.
EVANGELIO Y REFLEXIÓN DIARIA.
FRAY MANUEL DÍAZ BUIZA, OFM
¿No lo notáis? ¿Lo ves o no?
02 diciembre 2025
Lectura del santo evangelio según san Lucas (10,21-24)
En aquella hora Jesús se llenó de la alegría en el Espíritu Santo y dijo: «Te doy gracias, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos, y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien.
Todo me ha sido entregado por mi Padre, y nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; ni quién es el Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar».
Y, volviéndose a sus discípulos, les dijo aparte: «¡Bienaventurados los ojos que ven lo que vosotros veis! Porque os digo que muchos profetas y reyes quisieron ver lo que vosotros veis, y no lo vieron; y oír lo que vosotros oís, y no lo oyeron».
Palabra del Señor
NOVENA A LA INMACULADA CONCEPCIÓN
DÍA 3
Oración inicial para todos los días
Dirigida al Padre Eterno, en la unción del Espíritu, mirando a María como Obra maestra de la Santísima Trinidad
Padre Eterno,
Fuente inagotable del Ser y del Amor,
que al pronunciar desde tu eternidad el Nombre de tu Hijo quisiste que resonara
también en el silencio blanquísimo de una Mujer,
te bendigo por la Inmaculada Concepción de María,
primer destello de la Redención, aurora intacta que anticipa la luz del Día
eterno.
Tú, que desde siempre soñaste una criatura capaz
de decir “sí” sin sombra,
una carne sin herida que pudiese acoger al Verbo sin temblores,
quisiste para tu Hijo una Madre pura, fuerte, luminosa,
y para nosotros, sus hermanos, una compasión sin límites.
Por eso la preservaste del pecado original
y la introdujiste en la historia como un río de gracia que nunca se enturbia.