¡AGRADECER A DIOS POR TODO!
LAS JORNADITAS DE LA VIRGEN
Nueve días caminando con María y José hacia Belén
IV Jornada. 19 de diciembre. La noche y las estrellas
Cae la noche. El cielo se llena de estrellas como una promesa escrita en luz. El borriquillo se detiene; parece cansado. Yo le acaricio el cuello.
—Descansa —le digo—. Llevas al Salvador.
María canta muy bajito, para el Niño que nadie ve.
«El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz» (Is 9,1).
Oración
Señor, cuando llegue mi noche, que no se apague
la esperanza.
EVANGELIO Y REFLEXIÓN DIARIA.
FRAY MANUEL DÍAZ BUIZA, ofm
Dios ha roto su silencio
19 diciembre 2025
Lectura del santo Evangelio según san Lucas (1,5-25)
En tiempos de Herodes, rey de Judea, había un sacerdote llamado Zacarías, del turno de Abías, casado con una descendiente de Aarón llamada Isabel. Los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin falta según los mandamientos y leyes del Señor. No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos eran de edad avanzada. Una vez que oficiaba delante de Dios con el grupo de su turno, según el ritual de los sacerdotes, le tocó a él entrar en el santuario del Señor a ofrecer el incienso; la muchedumbre del pueblo estaba fuera rezando durante la ofrenda del incienso. Y se le apareció el ángel del Señor, de pie a la derecha del altar del incienso. Al verlo, Zacarías se sobresaltó y quedó sobrecogido de temor.
Pero el ángel le dijo: «No temas, Zacarías,
porque tu ruego ha sido escuchado: tu mujer Isabel te dará un hijo, y le
pondrás por nombre Juan. Te llenarás de alegría, y muchos se alegrarán de su
nacimiento. Pues será grande a los ojos del Señor: no beberá vino ni licor; se
llenará de Espíritu Santo ya en el vientre materno, y convertirá muchos
israelitas al Señor, su Dios. Irá delante del Señor, con el espíritu y poder de
Elías, para convertir los corazones de los padres hacía los hijos, y a los
desobedientes, a la sensatez de los justos, preparando para el Señor un pueblo
bien dispuesto.»
Zacarías replicó al ángel: «¿Cómo
estaré seguro de eso? Porque yo soy viejo, y mi mujer es de edad avanzada.»
El ángel le contestó: «Yo soy Gabriel, que sirvo en presencia de Dios; he sido enviado a hablarte para darte esta buena noticia. Pero mira: te quedarás mudo, sin poder hablar, hasta el día en que esto suceda, porque no has dado fe a mis palabras, que se cumplirán en su momento.»
El pueblo estaba aguardando a Zacarías, sorprendido de que tardase tanto en el santuario. Al salir no podía hablarles, y ellos comprendieron que había tenido una visión en el santuario. Él les hablaba por señas, porque seguía mudo. Al cumplirse los días de su servicio en el templo volvió a casa. Días después concibió Isabel, su mujer, y estuvo sin salir cinco meses, diciendo: «Así me ha tratado el Señor cuando se ha dignado quitar mi afrenta ante los hombres.»
Palabra del Señor
Del Diario de Santa Faustina, 1074
Cuando fui a la adoración, escuché estas palabras: ... Diles, hija Mía, que soy el Amor y la Misericordia mismos. Cuando un alma se acerca a Mí con confianza, la colmo de tal abundancia de gracias que no puede contenerlas en sí misma, sino que las irradia a otras almas.