Entre los otros beneficios que hemos recibido y recibimos cada día de nuestro espléndido benefactor el Padre de las misericordias, y por los que más debemos dar gracias al Padre glorioso de Cristo, está el de nuestra vocación. Testamento de Santa Clara de Asís.
Oh Dios mío, que lastima me dan los hombres que no creen en la vida
eterna; cuánto ruego por ellos para que los envuelva el rayo de la misericordia
y para que Dios los abrace a su seno paterno. Oh amor, oh rey."
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