EVANGELIO Y REFLEXIÓN DIARIA.
FRAY MANUEL DÍAZ BUIZA , ofm
¡Somos libres!
01 octubre 2023
Lectura del santo evangelio según san Mateo (21,28-32)
En aquel tiempo, dijo Jesús a los
sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía
dos hijos. Se acercó al primero y le dijo: "Hijo, ve hoy a trabajar en la
viña." Él le contestó: "No quiero." Pero después recapacitó y
fue. Se acercó al segundo y le dijo lo mismo. Él le contestó: "Voy,
señor." Pero no fue. ¿Quién de los dos hizo lo que quería el padre?» Contestaron:
«El primero.»
Jesús les dijo: «Os aseguro que los
publicanos y las prostitutas os llevan la delantera en el camino del reino de
Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia, y no le
creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después
de ver esto, vosotros no recapacitasteis ni le creísteis.»
Palabra del
Señor
No mucha, desde luego, pero podemos
siempre decir que tenemos un margen de libertad. Pequeño, ciertamente, pero
siempre hay un espacio que podemos llamar nuestro. Un margen de maniobra en el
timón de nuestro barco, que nos hace sentirnos nosotros. Una posibilidad de
tomar este o aquel camino, de abrir nuestra puerta o cerrarla, de aceptar o
rechazar una amistad que nos sale al encuentro. Un reducto pequeño, sí, pero
entrañable: en él permanece siempre izada nuestra bandera.
Y es ahí, precisamente, en ese pequeño margen en el que somos nosotros, donde
viene a buscarnos hoy Jesús . No viene a quitarnos esa libertad, no. Viene a
pedirnos que le digamos al Padre, libremente, que sí. Y no con bonitas palabras
solamente, sino con hechos: prefiere palabras bruscas, rectificadas luego, a
palabras biensonantes construida sobre arena movediza. Porque el Reino de Dios
se va construyendo con voluntades libres. Con personas que, si un día vivieron
de espaldas a los mandamientos del Señor, llegó un momento en que, con un golpe
firme de timón, rectificaron. "Os aseguro que los publicados y las
prostitutas os llevan la delantera en el camino del Reino de Dios. Porque vino
Juan a vosotros enseñando hacer el camino de la justicia, y no lo creísteis, en
cambio los publicados y las prostitutas le creyeron “Es triste, no cabe duda,
coger en las manos el bonito regalo de la libertad, y volverla contra el que
nos la da -"No quiero"-. Pero nos queda, al menos, una esperanza: que
algún día descubramos que teníamos una venda en los ojos. Lo que es
definitivamente triste, es que nos creamos buenos -"Voy Señor"-,
siendo mentira. Así nunca sabremos que, cuando Jesús habla de conversión, se
está refiriendo precisamente a nosotros.
¡Paz y Bien!
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