EVANGELIO Y REFLEXIÓN DIARIA.
FRAY MANUEL DÍAZ BUIZA, ofm
Salud espiritual
04 septiembre 2024
Lectura del santo evangelio según san Lucas (4,38-44)
En aquel tiempo, al salir Jesús de la sinagoga, entró en casa de Simón. La suegra de Simón estaba con fiebre muy alta y le pidieron que hiciera algo por ella. Él, de pie a su lado, increpó a la fiebre, y se le pasó; ella, levantándose en seguida, se puso a servirles. Al ponerse el sol, los que tenían enfermos con el mal que fuera se los llevaban; y él, poniendo las manos sobre cada uno, los iba curando.
De muchos de ellos salían también demonios, que gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios.»
Los increpaba y no les dejaba hablar, porque sabían que él era el Mesías. Al hacerse de día, salió a un lugar solitario. La gente lo andaba buscando; dieron con él e intentaban retenerlo para que no se les fuese.
Pero él les dijo: «También a los otros pueblos tengo que anunciarles el reino de Dios, para eso me han enviado.»
Y predicaba en las sinagogas de Judea.
Palabra del Señor
En la antigüedad la fiebre representaba al Maligno pues volvía a la persona
débil e inerte y la incapacitaba para servir. Jesús cura y al momento la suegra
de Pedro se puso a servirle, fin de toda misión, pues el verdadero encuentro
con Cristo, la relación con Él, inevitablemente hace que cambie nuestra vida, a
veces tan pendiente solo de lo que nos pasa, sentimos o sufrimos y dé un giro
de 180 grados y nos pongamos a servir.
La salud espiritual se nota en tu entrega, en tu capacidad de estar atento a
las necesidades de los demás.
¿Qué "fiebres" te tiene paralizado y te impide ponerte al servicio de los demás?
¡Paz y Bien!
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