Diario de Santa Faustina, 1507
"Que nadie dude en la bondad de Dios; aunque sus pecados fueran negros como la noche, la misericordia de Dios es mas fuerte que nuestra miseria. Una sola cosa es necesaria: que el pecador entreabra, aun cuando sea un poco, las puertas de su corazón a los rayos de la gracia misericordiosa de Dios y entonces Dios realizará el resto. Pero, infeliz el alma que ha cerrado la puerta a la misericordia de Dios también en la ultima hora."
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