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sábado, 27 de diciembre de 2025

         EVANGELIO Y REFLEXIÓN DIARIA

FRAY MANUEL DÍAZ BUIZA, ofm

 San Juan, apóstol y evangelista

27 diciembre 2025


Lectura del santo evangelio según san Juan (20,2-8)

El primer día de la semana, María Magdalena echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»

Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Palabra del Señor

 

El discípulo amado, Juan, cuya fiesta celebramos hoy en los días de la octava de Navidad, entró y vio: ¡vio y creyó! Un momento después, exclamará María con todo su corazón y con todo el ímpetu de su ser: ¡”Rabboni"!

San Juan, el discípulo amado, es una figura de fundamental importancia al inicio de la Iglesia porque nos muestra al Jesús más íntimo, el que se revela Hijo de Dios hecho carne, que ha venido a desvelarnos el rostro del Padre. Es un gran teólogo cuyo símbolo es el águila, porque, es la única ave que puede mirar al sol, que para Juan es Cristo, sin quedar deslumbrado. Y nos recuerda la vital tarea de todo discípulo: buscar al Señor en todo momento, buscar los signos visibles del Señor para sentir su amor y la salvación que trae su Palabra.

Como veis, hacen falta muy pocas cosas para que nazca la fe...., pocas cosas, pero infinitas como el corazón y el amor, y profundas como el calor de una mujer y el silencio de Juan ante el misterio. AMOR y SILENCIO. ¡Si lo tienes, crecerás en la fe!

¡Paz y Bien!

 

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