Reza por lo imposible
Del Diario de Santa Faustina Kowalska, 1507
Toda gracia procede de la misericordia y la última hora está llena de misericordia para con nosotros. Que nadie dude en la bondad de Dios; aunque sus pecados fueran negros como la noche, la misericordia de Dios es más fuerte que nuestra miseria. Una sola cosa es necesaria: que el pecador entreabra, aun cuando sea un poco, las puertas de su corazón a los rayos de la gracia misericordiosa de Dios y entonces Dios realizará el resto. Pero, infeliz el alma que ha cerrado la puerta a la misericordia de Dios también en la última hora. Tales almas han sumergido a Jesús en una tristeza mortal en el Huerto de los Olivos; a pesar de esto de su compasivísimo Corazón brotó la misericordia de Dios.
NOVENA A SANTA CLARA DE ASÍS
Día 8: LA BONDAD DE SANTA CLARA
Oración:
Santa Clara de Asís, Madre y Maestra de tus hermanas. En tu v ida admiramos, junto con la virtud de la pureza virginal y la austeridad de tu penitencia, tu bondad y tu amor. Diste tus cosas, y sobre todo, te diste a ti misma al servicio de tu Dios y al servicio de tus hermanas. Con tu actitud supiste hacer amable la virtud y atraer a muchos hacia la bondad. Obtennos de tu Dios vernos libres de pecado y que, al ver nuestras buenas obras, los demás, glorifiquen a Dios. Lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor, Amén.
Aclamaciones:
- Loados seas, mi Señor por nuestra Hermana Clara que se abrazó por tu amor a la pobreza santa. (Padrenuestro)
- Loado seas, mi Señor por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la alabanza (Padrenuestro
- Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada y porque suscitaste por doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro
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NOVENA A SANTA CLARA DE ASÍS
Día 7: UNA MONJA DE CLAUSURA
Oración:
Gloriosa Clara de Asís, santa de la luz, la paz y la alegría. Tú consagraste la v ida a los asuntos del Señor, dedicándote a ellos en cuerpo y alma en aquel monasterio de San Damián, considerando despreciables las cosas de aquí abajo en comparación con los bienes del cielo. Las rejas y muros te recordaban el compromiso radical con tu Dios, y El era para ti la quietud, el gozo, la seguridad, la plenitud. Obtennos de Cristo el que sepamos v alorar en su justa medida las cosas de este mundo y que anhelemos constantemente los bienes del cielo. T e lo suplicamos por Jesucristo, nuestro Señor. Amén.
Aclamaciones:
- Loados seas, mi Señor por nuestra Hermana Clara que se abrazó por tu amor a la pobreza santa. (Padrenuestro)
- Loado seas, mi Señor por su vida penitente y liberada. A Ti, el honor, la gloria y la alabanza (Padrenuestro
- Loados seas, mi Señor, por su vida alegre y entregada y porque suscitaste por doquier miles a su semejanza. (Padrenuestro